miércoles, 28 de noviembre de 2018

El Orden Amoroso


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El Nuevo Orden Amoroso

Los problemas sociales y morales del siglo XX y principios del XXI, están llevando a la humanidad por el sendero de una crisis colectiva. La velocidad que asiste al desarrollo industrial está dejando tras de sí un interés por aquellos principios éticos universales; de una moral del deber estamos pasando a una ética del querer, en donde la ética del amor propio ya no es concebida como una condición del amor a los demás. En las sociedades actuales este tipo de mutaciones están dando forma a lo que Lipovetsky ha dado por nombre un “nuevo orden amoroso”, donde lo que cuenta no es una clase de amor supeditado al deber y a los imperativos categóricos que regulaban este tipo de sentimientos en las sociedades tradicionales, sino el bienestar individual, en el que se hace prevalecer la felicidad light presentista, por encima de la realización de las virtudes y deberes, y donde el Bien, como ideal ético de la modernidad, ha dado paso al bienestar individual en las sociedades postmoralistas. ¿Qué es, pues, aquello que ha sido trastocado en la concepción del amor propio como amor a sí mismo y a los demás que caracterizó a la ética de la modernidad? ¿Cuáles son los rasgos del nuevo orden amoroso de la posmodernidad de que nos habla Lipovetsky? El diagnóstico que presenta este autor es el siguiente:

• En la transformación operada en la moral sexual, el sexo-pecado ha sido reemplazado por el sexo-placer. 
• La castidad y la virginidad han dejado de ser obligaciones morales.
• Las parejas homosexuales son reconocidas por la ley. 
• Ya no se considera condenable a la homosexualidad. 
• El porno se ha convertido en un espectáculo relativamente trivializado.
• La heterosexualidad adulta, ya no lleva a hombres y mujeres a ser desterrados de la colectividad. 
• En el sexo posmoralista ya no se debe vigilar-reprimir-sublimar, debe expresarse sin limitaciones ni tabúes, con la única condición de no perjudicar al otro.
• Con la disociación del sexo de la moral, el primero ha adquirido un valor intrínsecamente moral debido a su papel en el equilibrio y en el pleno desarrollo íntimo de los individuos. 
• La idea de deberes en materia de sexualidad ya sólo suscita la sonrisa, y la vida virtuosa ya no se entiende como austera disciplina de los sentidos.
• Con las nuevas técnicas de reproducción, la procreación de un hijo sin padre, la maternidad y la paternidad sin relación sexual se han hecho posible.

Respeto a la vida

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 Respeto A La Vida

En este horizonte explicativo, ¿qué significado adquiere el respeto a la vida, a la naturaleza y a la humanidad como formas de manifestación humana del amor hacia los demás? Primero vamos a abordar el respeto a la vida. ¿Por qué respetar la vida? Porque, como dice Victoria Camps: La lucha por la vida es una de las constantes de los seres vivos. Hasta el punto de que, durante siglos, se consideró el derecho a la vida como el primer artículo de una ley natural. Ningún ser vivo quiere la muerte. Esta es siempre algo que acaece, que sobreviene, no algo que los que están vivos busquen o quieran por sí mismos.130 Todos los seres concretos históricos, espaciotemporales (sean estrellas o peces, nubes o montañas) están limitados en el espacio y el tiempo. Se dice que sólo Dios es eterno e infinito, puesto que está en todo lugar y tiempo. Pero en el mundo real todo empieza y todo acaba. Todo tiene límites espacio-temporales. Aunque en el mundo real todo acaba, sólo lo que vive muere. Así, los seres humanos compartimos con todos los seres vivos, que somos, parafraseando én esto a Heidegger, seres-para la muerte. Por eso aprendemos a respetar la vida y la muerte, pues somos seres finitos, no perennes. Sin embargo, sólo al hombre le es dada esta cualidad consistente en saber apreciar el mundo del valor, en este caso, el respeto a la vida y a la muerte. La vida, como todas las formas de existencia, como realidad en sí no tiene valor, es decir, no es buena ni mala, es el hombre el que le confiere valor, de ahí las construcciones humanas del derecho y del respeto a la misma. El hombre concede valor y respeta a la vida porque él mismo forma parte de su evolución, hecho ante el cual no puede permanecer indiferente. El homus sapiens se asume como parte activa de la evolución de las especies, de las cuales, él mismo no es sino una expresión; más cualificada e inteligente si se quiere, pero perteneciente a una especie determinada, al fin.

EL respeto como Amor a los demas


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 EL RESPETO COMO FUNDAMENTO ÉTICO DEL AMOR A LOS DEMÁS 

La ética del amor propio, presupone en todo momento no sólo la relación persona-persona, sino también la relación hombre-cosa, hombre-mundo y hombre-vida en general. Se trata, en este caso, de un amplio espectro de vínculos humanizadores que el hombre es capaz de construir y, gracias a los cuales, da lugar a su segunda naturaleza, ya que todo lo que el hombre toca, entra en el reino de la cultura, su cultura. Los modos de apropiación que el hombre pone en juego en estas múltiples relaciones pueden ser de distinto tipo: cognitivo (científicofilosófico), mítico-religioso (basado en creencias en seres sobrenaturales) y práctico-utilitario (intereses instrumentales). Un cuarto modo de apropiación no contemplado de manera explícita en los tres anteriores, resulta ser el modo de apropiación ético. Este último remite a los fines y valores que orientan la acción del hombre en sus relaciones con las cosas materiales, la naturaleza, la humanidad y la vida en general. Como ejemplo de ello, podemos decir que resulta más ético no destruir una piedra que destruirla cuando es innecesario; no arrojar desechos tóxicos al mar que arrojarlos, no asesinar especies marinas en peligro de extinción que su exterminio, no cometer crímenes contra la humanidad que cometerlos, o finalmente, no atentar contra la vida que ponerla en peligro. 

¿Por que y para que de la Etica?


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¿Por que y para que de la Ética?

Recapitulando, conviene precisar el por qué de la necesidad de la ética y el para qué de su utilidad, en las circunstancias actuales. ¿Es importante la ética? ¿Por qué?

• Porque somos seres racionales: no nos gobierna el instinto ni la pura sensibilidad. 
• Porque somos libres y queremos escoger el bien.
• Porque el hombre hace honor a su condición de sujeto sujetando sus actos, llevando las riendas de su conducta, conduciéndose.
• Porque somos responsables de nuestros propios actos y decisiones. 
• Porque estamos compuestos de inteligencia y libertad. 
• Porque necesitamos vivir en sociedad.
• Porque queremos alcanzar el fin, la perfección de nuestra propia naturaleza.
• Porque somos seres humanos.
• Porque somos personas. 
• Porque queremos ser felices y el mal nos deshumaniza.

¿Para qué es importante la ética? 

• Para vivir como lo que somos: personas.
• Para hacer un mundo justo y habitable.
• Para procurar el bien común. 
• Para vivir en sociedad y en paz. 
• Para respetar a los demás y ser respetados. 
• Para ser felices

Etica En El Siglo XXI

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Ante la crisis profunda que manifiestan las sociedades actuales, tanto a nivel global como cotidiano, y como consecuencia de la crisis misma de los valores de la modernidad, y más concretamente, de la cultura occidental, se requiere de un cambio profundo como respuesta a este estado de descomposición social y moral. En este sentido, la ética se convierte en un saber y en una reflexión imprescindible como condición de supervivencia de la humanidad sobre la tierra. Hoy más que nunca se hace necesario un talante ético sobre el comportamiento moral del hombre, es decir, una reflexión acerca de las normas y valores que han de guiar nuestras acciones en el presente y futuro inmediato. Necesitamos de la reflexión ética, porque requerimos recuperar el sentido ético de la existencia humana. Para que ello sea posible nos urge la creación de una “ética planetaria”, “macroética” y/o “ética inteligente”, capaz de establecer para toda la humanidad y para la sociedad e individuos en particular, los siguientes mínimos:
• Un mínimo de valores, normas y actitudes comunes. Se hace necesario un consenso mínimo sobre determinados valores, normas y actitudes, que haga posible una convivencia humana digna.
• Vínculos libres. Tanto en el ámbito individual como social, en la vida humana se hacen hoy más que nunca decisivos vínculos libremente elegidos con respecto a orientaciones, valores, normas y actitudes vitales entre los hombres y mujeres de todo el mundo. 
• Una ética de la responsabilidad. Requerimos para sobrevivir como especie humana, una ética de la responsabilidad individual y social. Responsabilidad de la comunidad mundial con respecto a su propio futuro. Responsabilidad para el ámbito común y el medio ambiente, pero también con el mundo futuro.

La Etica no es un saber neutral

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La ética no puede ser un saber neutral, es decir, un saber desinteresado frente al mundo, que al mismo tiempo que orienta la vida, no se encuentre comprometido con ciertos valores y fines de la acción humana. Ahora bien, esto no significa que como saber, la ética se identifique irreflexiva y acríticamente con el contenido de un código moral específico, esto es, con un conjunto de normas y leyes morales que se trasmiten a las nuevas generaciones, ya sea en forma oral, por las costumbres, o en ocasiones, en forma escrita y sistemática, y que deban ser cumplidas por los miembros de un grupo social determinado para vivir mejor; como ejemplos de ello tenemos: el Código de Manú, escrito por los sumerios, los Diez mandamientos o la Tabla de Moisés, formulados por el pueblo judío, el Código de Hammurabi, elaborado por el pueblo babilonio, o en la actualidad, el código más importante con que cuenta gran parte de la humanidad: la Declaración Universal de los Derechos del Hombre, formulada por la ONU en 1948. La ética no puede ser neutral ante los distintos códigos morales que han existido o habrán de existir.

Etica Existencialista


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Los existencialistas constituyen un movimiento surgido hacia 1925 en Alemania y en Francia, que centra sus preocupaciones éticas en las condiciones sociales contemporáneas y en los problemas de la libertad y de la responsabilidad moral. Al igual que Kant defendía una moral autónoma; la ética existencialista también defiende la autonomía moral. Pero, mientras Kant creía posible encontrar criterios morales de valor objetivo y universal, es decir, válidos para todas las personas, los existencialistas se ven abocados al individualismo y al subjetivismo. Para el movimiento existencialista, el ser humano es, radicalmente, libertad (es decir, la libertad es la característica propia y esencial del ser humano); y esta libertad hace a cada persona diferente de todas las demás; por tanto, no pueden existir valores ni normas morales universales válidas para todos y, consecuentemente, nadie puede decirnos lo que debemos hacer, cómo debemos comportarnos; los consejos son inútiles y cada cual, quiera o no quiera, tiene que decidir él solo sus obligaciones morales (somos libres a la fuerza). Ahora bien, si la libertad radical de cada persona es la única fuente y el único fundamento de todas sus decisiones, de todos sus valores y de todas sus obligaciones, entonces la propia libertad constituye el supremo valor de la vida humana o, lo que es lo mismo, no existe ningún valor superior a la propia libertad, lo importante es decidir libremente.

La Etica Marxista


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Ética Marxista


La ética marxista, más que desarrollar un código moral de derechos y deberes, ha tendido a poner de relieve las injusticias económicas y sociales, y a predicar la actividad revolucionaria para conseguir la igualdad social. Desde la perspectiva del marxismo, el sistema capitalista divide a los seres humanos en dos grupos heterogéneos y rivales, a saber: por una parte, los ricos, los dueños de los medios de producción o capitalistas, por otra, los pobres, los trabajadores o proletarios. En esta situación, los capitalistas dominan y explotan a los proletarios. Ahora bien, los capitalistas no se limitan a dominar y a explotar a los proletarios, sino que, además, tienden a elaborar una serie de ideales, valores y normas defensoras de sus situaciones y de sus privilegios. Pero frente a ellos, los proletarios, cobrando conciencia de su injusta situación, irán desarrollando otros ideales, otros valores y otras normas favorables a sus intereses. Surgen así dos éticas antagónicas, una ética conservadora y defensora del sistema capitalista, y otra ética revolucionaria; esta última, rechazando aquel sistema, intentará establecer la igualdad entre los seres humanos. A este respecto, Marx cree que mientras dure la dominación capitalista, el proletario poseerá la obligación moral de cobrar conciencia de su situación (conciencia de clase) y de contribuir a la lucha revolucionaria (lucha de clases).

martes, 27 de noviembre de 2018

El Amor Propio


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EL AMOR PROPIO COMO AUTOESTIMA Y COMO AMOR A SÍ MISMO

La autoestima es el conocimiento que tenemos de nosotros mismos, es decir, la aceptación de nuestros potenciales y debilidades, aquello de lo que somos capaces hacer de acuerdo con nuestra humana condición. Significa, por tanto, la posibilidad de aceptarnos tal y como somos, con nuestras virtudes y defectos. Se habla hoy en día de alta y baja autoestima. La persona con alta autoestima, al aceptarse como es busca siempre el bien de sí misma, por el contrario, la que tiene baja autoestima, al no aceptarse con sus propios potenciales y limitaciones, tiende a la depresión, a la desmoralización y, en algunos casos, al suicidio. En pocas palabras, no busca su propia realización, sino lo contrario, su autodestrucción. De lo anterior se desprende que la persona que tiene una buena autoestima es la que experimenta el amor propio, esto es, la aceptación de su propia naturaleza humana, y por lo mismo, lucha por conseguir su realización. Lo contrario sucede con la persona que presenta una baja o nula autoestima. A decir verdad, la primera persona con la que de hecho nos relacionamos somos, evidentemente, nosotros mismos, y esta relación es la que da lugar precisamente al amor propio. Si aceptamos la idea del amor propio como elevada autoestima, tenemos que aceptar que aquel es bueno por varios motivos: 
1) porque cada uno de nosotros somos seres dignos y valiosos, ya que somos personas. No son personas sólo los otros, sino también nosotros lo somos, y por consiguiente, también somos dignos de ser amados; 
2) sería realmente absurdo amar a los demás y no amarnos a nosotros mismos; tenemos, por tanto, que cuidarnos y preocuparnos de nosotros mismos; 
3) aunque somos responsables de los demás, lo somos de nosotros mismos, precisamente porque nuestra capacidad de autodeterminación se limita a nuestro propio ser. 
Por todo ello, estamos obligados a prestarnos una atención especial, ya que somos la persona en quien más podemos influir y a quien, por otra parte, más podemos ayudar. 

Ética del discurso


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La Ética Del Discurso

La ética del discurso viene siendo una de las últimas teorías éticas que se han construido en el ámbito de la filosofía, e incorpora las aportaciones de dos de los más grandes filósofos del momento: Karl- Otto Apel y Jürgen Habermas. A continuación presentaremos las ideas centrales expuestas por Yolanda Angulo y Mauricio Lugo, con nuestras propias incrustantes e interpretaciones, en torno a esta nueva concepción ética, de la cual hemos expuesto algunos de sus planteamientos en apartados anteriores. La ética de Apel y Habermas retoma los aportes más relevantes de la filosofía del siglo XX, y ha sido desarrollada entre los dos con acuerdos y desacuerdos. Sin embargo, aunque con distintas motivaciones, el punto de partida para ambos es que la ética, como todo discurso humano, se construye intersubjetivamente De ahí el título de “ética del discurso”, “de la comunicación” o “discursiva”. Esta última, de acuerdo con Apel, “remite a una forma especial de comunicación. En este sentido, para determinar la validez de una norma moral, ésta tiene que ser el resultado del consenso establecido de forma argumentativa entre los sujetos afectados en la aplicación de la misma. El punto de partida de Apel para la construcción de una ética discursiva, es la gran contradicción de las sociedades actuales que por una parte experimentan un proceso de globalización del que se derivan problemas comunes a toda la humanidad, y por la otra, la reflexión ética sobre dichos problemas aún recae sobre grupos locales. De aquí surge la necesidad actual de una ética universalmente válida y filosofalmente fundada.

martes, 20 de noviembre de 2018

La peridida del sentido etico de la vida

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La perdida del sentido etico de la vida

Ya hemos dicho con anterioridad que el hombre, a lo largo de la historia, ha estado propenso a humanizarse o deshumanizarse; que potencialmente lleva en sus entrañas el signo de la contradicción y de la ambigüedad. Lo mismo puede realizar acciones para su perfeccionamiento moral como para su empobrecimiento como ser humano. La indiferencia ante los valores de la vida humana, la no valoración con un sentido ético de su existencia y la de los demás, la anulación misma del valor con base en una actitud donde reina la creencia “del todo vale”, misma que pasa por encima de los valores humanizantes (justicia, respeto, dignidad, igualdad, tolerancia, solidaridad, entre otros), todo ello pone de manifiesto la existencia no de la crisis de una moral en particular, sino de una crisis más global y estructural que involucra algo más radical: la erosión de las bases espirituales de la moral constitutiva y, por ende, de la condición humana actual. ¿Cómo explicar entonces el desprecio por la vida humana ejercido por la vida humana misma? ¿Qué tenemos que decir del efecto devastador que causan las acciones terroristas y las constantes invasiones e intervenciones militares de las naciones más poderosas del orbe bajo el argumento de la libertad y la justicia? ¿Por qué la tala indiscriminada de árboles en una época marcada por el denominado “calentamiento global”? ¿Por qué el asesinato creciente de algunas de las especies marinas en peligro de extinción? Éstas y muchas otras interrogantes, ponen de manifiesto que lo que verdaderamente está en crisis, no es un principio, una moral ni la vigencia de una teoría ética, sino “el sentido ético de la vida”.

El hombre como ser moral


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El hombre como ser constitutivamente moral

Se afirma que somos, según cierta tradición de la filosofía moral hispana, seres constitutivamente morales, lo que significa, para decirlo en términos coloquiales, que “no nos queda de otra”. En esto, y, parafraseando ajean Paúl Sartre, estamos condenados a ser sujetos morales. Podemos comportarnos de forma moralmente correcta en relación con determinadas concepciones del bien moral, es decir, en relación con determinadas normas y códigos morales para nosotros valiosos, o bien, en el otro extremo, podemos comportarnos de forma inmoral con respecto a ellos, pero estructuralmente hablando, no existe ninguna persona que se encuentre situada “más allá del bien y del mal”. Esto significa que ante el hecho moral, por más que queramos, no podemos ser indiferentes: somos seres morales tanto porque nos apegamos a cierta moral como porque nos apartamos de ella. Desde los orígenes mismos de la humanidad, la conducta humana se enfrenta a la doble posibilidad de ser, precisamente “buena” o “mala”, digna o indigna del hombre. Así, la libertad implica siempre el riesgo humano de escoger tanto una conducta como otra. De ahí lo que en ética se conoce como ambigüedad humana.

Respeto a la humanidad


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Respeto hacia la humanidad

La humanidad es tanto origen como destino común de los seres humanos en el planeta tierra. Con este proceso, que es la historia incesante de la humanidad, nos referimos al hombre humanizado, pero también al no-humanizado, es decir, al que se aparta del destino común tendiente al perfeccionamiento del género humano. Se ha dicho una y otra vez, que el hombre posee dos naturalezas: la primera referida a los condicionamientos biológicos que comparte con la especie animal, la segunda está relacionada con la cultura. Pero, habría a esto que agregar una tercera naturaleza, y ésta es precisamente la humanidad, es decir, lo que genera la propia cultura; lo que el hombre ha sido, es y seguirá siendo mientras siga vivo en el planeta tierra. Así pues, la humanidad se concibe como la relación interdependiente entre el hombre como individuo singular, las sociedades históricas y la especie animal a las que pertenece. De este modo, el hombre se realiza en este vínculo intergeneracional; es quien construye la humanidad, su humanidad, es decir, su destino común como hombre, pero al mismo tiempo es constituido por ella. La humanidad, por consiguiente, tal y É t i c a y , expresa el respeto a la vida Nicol, Eduardo. La reforma de la filosofía.. José Martín Montoya Contreras como lo plantea Morin, es “lo universal concreto”, esto es: el destino común del hombre realizado históricamente en cada individuo.

Significado de la responsabilidad

Significados actuales de la responsabilidad 

Finalmente, la libertad es algo que dependerá en todo momento de que cada cual “haga lo que quiera”, de ahí la sentencia ética de Savater: ¡ha% lo que quieras!, sí, haz lo que quieras, pero siendo consciente de que estás decidiendo y que tendrás que responsabilizarte de las consecuencias de tus acciones. En ello consiste el carácter autodeterminante de la libertad, es decir, ser conscientes de que estamos decidiendo no de forma aparente, sino real y responsablemente.  Responsabilidad Falta de conocimiento decimos que los actos humanos son imputables, es decir, que se puede señalar al autor responsable de los mismos. Precisamente, esta característica de los actos humanos que nos prepara para entender la estructura moral del hombre, es que éstos se realizan con responsabilidad, entendida ésta como la capacidad del agente de la acción moral de responder por sus actos. En la actualidad ha surgido un nuevo concepto o una nueva forma de concebir a la responsabilidad con un sentido más social que individual, incluyendo en éste la globalidad de la vida humana. Es el filósofo Hans Joñas, en su libro Elprincipio de responsabilidad quien plantea esta nueva concepción. Sobre todo cuando nos dice:  Joñas, Hans. Elprincipio de responsabilidad. Ensayo de una ética para la civilización tecnológica. Ed. Herder, España, 1995. 141 José Martín Montoya Contreras El antiguo concepto de responsabilidad era la obligación que me concierne de responder de mis actos y de sus consecuencias una vez que los he cometido: una responsabilidad personal y sobre hechos realizados. El nuevo concepto de responsabilidad concierne a lo que está por hacer, la posibilidad de una perpetuación indefinida de la humanidad en el futuro. Desde que el hombre tiene el poder material de destruir la humanidad o las condiciones de vida de una humanidad futura tiene al mismo tiempo nuevas obligaciones... Somos responsables del mundo que dejaremos tras nosotros. La responsabilidad recae sobre el futuro. Lo que aún no existe, el porvenir, genera sobre nosotros una obligación indefinida e imperiosa. Ninguna ética anterior había tomado en consideración la vida humana en su globalidad; pero es la vida global la que se halla amenazada por nuestra acción y la que es entregada a nuestra responsabilidad.

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El Mundo de los valores

Concepto de valores

La palabra valor, para diferentes autores y en distintas épocas, adquiere una pluralidad de significados. Sin embargo, en la actualidad nos es dado hablar de la existencia de distintos valores: útiles, científicos, estéticos, morales, religiosos, etc. Así, decimos que son valiosos: Seres Naturales Normas y Costumbres La disciplina filosófica que se encarga del estudio de los valores es la Axiología. Etimológica mente, la palabra deriva de griego axios — valor y logos — tratado. La axiología es, pues, la teoría de los valores, es decir, la disciplina filosófica que aborda esta área de estudio que ensaya sus primeros pasos en la segunda mitad del siglo XIX. No obstante, ello no significa que anteriormente no se haya reflexionado en torno a los valores. Los filósofos de la Grecia clásica, Platón y Aristóteles, por ejemplo, no hablaron nunca de valores, aunque se ocu61 José Martín Montoya Contreras paron del estudio de la belleza, la justicia, el bien, la democracia, entre otros valores que en la actualidad seguimos considerando como tales. Sin embargo, dichos estudios no lograron constituirse en un campo de indagación filosófica que tomara a los valores como un objeto de estudio por derecho propio, ya que cada valor era estudiado de forma aislada, por ejemplo, la justicia interesaba por sí misma y no como representante de una especie más amplia, lo mismo se puede decir de los demás valores particulares.Resultado de imagen para conceptos de los valores

martes, 13 de noviembre de 2018

El Respeto como fundamento del amor

 EL RESPETO COMO FUNDAMENTO ÉTICO DEL AMOR A LOS DEMÁS 

La ética del amor propio, presupone en todo momento no sólo la relación persona-persona, sino también la relación hombre-cosa, hombre-mundo y hombre-vida en general. Se trata, en este caso, de un amplio espectro de vínculos humanizadores que el hombre es capaz de construir y, gracias a los cuales, da lugar a su segunda naturaleza, ya que todo lo que el hombre toca, entra en el reino de la cultura, su cultura. Los modos de apropiación que el hombre pone en juego en estas múltiples relaciones pueden ser de distinto tipo: cognitivo (científicofilosófico), mítico-religioso (basado en creencias en seres sobrenaturales) y práctico-utilitario (intereses instrumentales). Un cuarto modo de apropiación no contemplado de manera explícita en los tres anteriores, resulta ser el modo de apropiación ético. Este último remite a los fines y valores que orientan la acción del hombre en sus relaciones con las cosas materiales, la naturaleza, la humanidad y la vida en general. Como ejemplo de ello, podemos decir que resulta más ético no destruir una piedra que destruirla cuando es innecesario; no arrojar desechos tóxicos al mar que arrojarlos, no asesinar especies marinas en peligro de extinción que su exterminio, no cometer crímenes contra la humanidad que cometerlos, o finalmente, no atentar contra la vida que ponerla en peligro. Lo anterior pone de manifiesto que la relación del hombre, tanto con lo humano como con lo no-humano, está mediada siempre por valores o antivalores, dado que en tanto ser libre, ambiguo y contradictorio, su accionar no puede ser indiferente al bien y al mal, a lo moral y lo no moral, a lo recto y lo no recto. Pues bien, los valores o antivalores adoptados en toda relación humana, constituyen un referente fundamental a tomar en cuenta en la determinación de la relación amorosa o no amorosa con “lo otro”, según se muestra en los ejemplos anteriores. Uno de los valores morales fundantes en toda manifestación humana del amor a lo otro, es el valor respeto, principalmente, el respeto a la vida, a la naturaleza y a la humanidad entera. Respeto “significa valorar a los demás, acatar su autoridad y considerar su dignidad, se apega a la verdad, no tolera la mentira, la calumnia ni el engaño y exige un trato amable”.128 valoración de las cualidades de lo otro, 128 Ñuño Vizcarra, Francisco. Filosofía, ética, moral y valores. Ed. Thompson Editores, México, 2004, p. 37. 167 José Martín Montoya Contreras precisamente porque dichas cualidades han sido descubiertas, construidas y/o resignificadas a partir de la relación humana con lo otro. Una concepción del valor respeto que es congruente con la visión que acabamos de expresar, es la que sostiene el filósofo francés Emmanuel Lévinas, quien ha establecido los términos de lo que denomina una metafísica respetuosa, a partir de la cual define al individuo respetuoso como aquel que es capaz de reconocer la alteridad de los otros: E l sujeto moral es aquel que reconoce la diferencia de los otros, que la respeta y es responsable de ella ... E l y o moral, así definido es un sujeto respetuoso, no imperialista.129 Desde esta perspectiva filosófica, el sujeto ético respeta la alteridad y/o diferencia de lo otro y, además, se hace responsable de dicho acto. De esta forma, la relación del yo (sujeto moral) con lo otro, se plantea en un plano de horizontalidad y no de verticalidad, donde los “otros” pueden ser tanto los hombres como los no-hombres. El respeto puede ser de dos tipos: activo y pasivo. El activo es aquel que el sujeto se da a sí mismo como resultado de su propia deliberación moral, mientras que el pasivo, es asumido por temor y miedo al castigo impuesto por una autoridad externa.

El Amor Propio

 EL AMOR PROPIO COMO AMOR A LOS DEMÁS

 Amamos a los demás porque nos amamos a nosotros mismos Coincidiendo con Fromm, el amor antes que una relación, es un arte que hay que ir aprendiendo todos los días; es pues, aquella actitud que orienta y da significado humano a la relación amorosa. En este sentido, el aprendizaje del amor tenemos que construirlo, sobre todo porque aquel no viene siendo una realidad constitucional del hombre; una prueba de ello es que existen en este último tendencias que son contrarias al amor, como la envidia, los celos, la discriminación, la indiferencia, entre otros rasgos de la naturaleza humana que dificultan el amor a los demás. El amor de sí, es decir, el amor de cada uno de nosotros, nos debe al mismo tiempo posibilitar el tránsito al amor a los demás. Una primera posibilidad en esto es manifestar “amor al prójimo”, definido este término como la voluntad de querer el bien de las personas que nos rodean; sí, de los que están a un lado de ti, de mí, de todos nosotros. En esta faena moral, se trata de poner al amor propio como criterio del amor a los demás, esto es: amar al prójimo tanto como a ti mismo, como reza el mandamiento bíblico. El prójimo es la persona que está junto a ti (aunque a veces no tanto). Prójimo aquí es el “próximo”, el que está más cercano y es persona. Por su parte, amor a los demás lo entendemos como una voluntad de trascendencia por parte del sujeto. Gracias a este acto la persona sale de sí, deja su propio yo para relacionarse con los demás con el objetivo de lograr su bien, al mismo tiempo que está consciente que con ello alcanzará también el suyo. El amor a los demás, por tanto adquiere las siguientes características: 1) el amor al otro implica su afirmaáón, esto es, nuestro asentimiento de su existencia, tanto de forma verbal como existencial. De esto modo, para amar auténticamente al otro, no basta con decirle que lo queremos, sino la asunción de un compromiso real con el cuidado de la persona que se ama; 2) amar a los demás, supone también admitirlos en nuestro entorno y aceptarlos, haciéndonos cargo, dentro de lo posible, de lo que son y de lo de que necesitan; 3) el amor a los demás es un sentimiento cercano a la amistad y a la benevolencia, pero no se confunde con ellos

Sentido y jerarquía de los valores

 Sentido y jerarquía de los valores 

Cabe afirmar que el tema del sentido y jerarquía de los valores no es una cuestión de menor importancia que el de su fundamentación, pues el acto mismo de su ordenación jerárquica, revela en buena parte la condición ética de los individuos y de los pueblos que expresan sus preferencias axiológicas en determinadas tablas de valores. El hecho mismo de que el hombre se pronuncie por ordenar jerárquicamente los valores es un ejercicio de deliberación que contiene en sí mismo una elevada significación ética, incluso en la ética que aplicamos en la vida cotidiana, pues el verdadero ejemplo de valoración moral no es precisamente el que consiste en elegir entre un valor y su correspondiente disvalor (el bien sobre el mal, la justicia sobre la injusticia, etc.), sino aquel que consiste en hacer de la valoración misma una actividad concreta que nos permite definir prioridades, jerarquías y, en general, proyectar estimaciones en cuanto al orden de importancia de lo que consideramos nuestros valores esenciales. Así pues, al hablar de jerarquía de valores: No se trata únicamente de diferencias y preferencias entre lo positivo y lo negativo. La elección valorativa más frecuente no es la que se da entre valores y disvalores, sino entre valores y valores. Valorar es jerarquizar. .. El valor se da, por así decirlo, en “escalas” que implican sucesivas gradaciones y cualidades. El valor se da en modos y grados diferentes. La opción valorativa no se produce entre lo bueno o lo malo, sino entre lo que es “más” o “menos” bueno. De ahí la necesidad de la conciencia, de la sabiduría, del conocimiento de lo mejor y lo peor.48 A lo anterior, habría que agregar que la ordenación jerárquica de los valores no se da en un vacío cultural e ideológico, sino que el individuo y los pueblos enteros que establecen y siguen una tabla de valores, expresan sus preferencias axiológicas condicionados por las creencias y los valores predominantes de la época en la que les ha tocado vivir. La interpretación misma de los valores superiores e inferiores, varía de individuo a individuo y de sociedad a sociedad, de ahí el carácter heterogéneo que adoptan las tablas de valores. Lo que es considerado como un valor superior para unos, para otros es visto como inferior
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Video Segundo Parcial

Conceptos y realidades relacionados con el ejercicio de la libertad.

INTRODUCCION: En este trabajo (video) vamos a identificar y valorar todos los conceptos y realidades que nos presenta en la vida cotidiana los cuales sirven para hacer mejor persona e identificar cuando se practica la libertad y cuando debemos ponerla en práctica.

OBJETIVO: Queremos que toda persona tome conciencia sobre como hace las cosas y como debe de hacer valer sus derechos (libertad, trabajo, salud, educación, etc.) también saber cómo actuar durante una situación complicada o difícil.

JUSTIFICACION: Necesitamos algunos diferentes escenarios ya que se encuentran en un lugar o en un ejercicio de libertad; que estén de acuerdo al tema que se les va presentar o seleccionamos.

FUNDAMENTACION: Tomamos en cuenta los diferentes tipos de producción y nos dimos cuenta que hay un tipo de producción (de video creación) ya que narramos una historia sobre un tema que se da en las personas mexicanas.

GUION:
AMERICA:
La equidad de género significa que mujeres y hombres, independientemente de sus diferencias biológicas, tienen derecho a acceder con justicia e igualdad al uso, control y beneficio de los mismos bienes y servicios de la sociedad, así como a la toma de decisiones en los ámbitos de la vida social, económica, política, cultural y familiar.
LITZY:
Es la aceptación de las diferencias entre hombres y mujeres, y la aceptación también de derechos, buscando el ideal de un equilibrio en el que ninguno de ambos sexos se beneficie de manera injusta en prejuicio del otro.
ANA:
La equidad de género está muy presente en la humanidad, desde los inicios de la vida social, económica, política. Desde aquel entonces la mujer no tenía derecho a ser escuchada, ni a opinar, ni mucho menos a ser parte de una familia y sociedad.
OSCAR:
También implica el uso correcto de los recursos destinados por género; es decir, por ejemplo invertir en medicamentos de acuerdo al tipo de enfermedades de acuerdo al sexo.
Gracias por su atención

CRONOGRAMA DE FILMACION:
LUNES
MARTES
MIERCOLES
JUEVES
VIERNES
SABADO
DOMINGO
Recopilar imagenes
Grabar sonido
Editar audios
Pegar los audios
Grabar el video



MATERIALES: Diferentes vestuarios, diferentes escenarios, papeles, imágenes, documentos.

INTEGRANTES:
Perea Ramírez américa
Armenta Villegas Oscar
Reyes Gálvez Litzy
Torres Pedroza Ana 




Bienvenida

Bienvenidos a mi blog

En este blogs encontraras todos mis productos o tareas de la asignatura Laboratorio de computo III